Esta propiedad pertenece a la familia Abarca desde hace 26 años. En cada rincón se puede apreciar el esfuerzo que hemos realizado con nuestras propias manos. Nuestro padre nos enseñó la fuerza del amor de familia a través del sacrificio que representaba ir todos los fines de semana a nuestro querido "Yaruqui" como la llamamos.

En cada ladrillo, en cada planta, en cada detalle, nuestros padres han plasmado el valor del esfuerzo, enseñando así a las nuevas generaciones la importancia del amor y la unión familiar.

Ahora, queremos compartir con personas especiales todo el cariño que nuestra Quinta representa.

Queremos que más gente disfrute de los hermosos momentos que nosotros hemos vivido en el Viejo Cedrón.

Sabemos que nuestro padre, ahora en el cielo, nos da la bendición para emprender este proyecto. Nos ha heredado no sólo este lugar , sino la generosidad de compartirlo.